A mí no me gusta mucho que los perros vivan en las ciudades en casas o apartamentos... pero, hay mucha gente que los tiene en su casa y los cuida muy bien. Quien quiere adoptar??
Seguido de esto la foto de un perro criollo, o como les digo
de cariño, una chanda, una chanda en una azotea de esas de plancha de concreto,
plancha de esas de reunión de familia en donde los varones echan pala y cerveza
mientras las mujeres avivan las brasas del asado, una plancha por las que los
vecinos felicitaban a los dueños de casa. Los muros de la azotea construidos
por la piedra angular de la arquitectura de corte económico, esa en donde los
maestros de obra no son ingenieros ni mucho menos arquitectos pero que le
podrían dar clases al más alto ejecutivo de muchas constructoras de apartamentos
lujosos que se desploman como castillos de naipes.
Luego de ver la publicación, mi naturaleza anfibia me incitó
a recomponer el texto de la autora de la siguiente manera:
A mí no me gusta mucho que los niños vivan en las ciudades en casas o apartamentos... pero, hay mucha gente que los tiene en su casa y los cuida muy bien. Quien quiere adoptar??
Esto, aclaro, no es fruto de la publicación de mi amiga, a
diario veo un bombardeo de publicaciones similares en las redes sociales, ésta
en particular es muy decente si la comparamos con las fotos de perros lisiados
o llenos de sarna que nadie se atreve a adoptar pero que con el solo hecho de
darle “compartir” a todos les despeja una sombra del corazón y un peso en la
conciencia, eso es lo que parece.
Mi querida “contacto” musitó una duda referida a mi
publicación, es por este motivo que quise aclarar el asunto y esto fue lo que
publiqué a continuación:
“Desgloso: reemplacé el sustantivo común "perros" por su semejante "niños".
Tan solo quería decir que tal como un perro un niño tiene derecho a ser considerado objeto de adopción. Pero claro, no es algo que inspire tanta ternura como un cuadrúpedo desnutrido... Por supuesto un perro nunca va a causarle problemas de gravedad a quien lo adopte; además se les puede poner "camiseticas" o "pañoleticas" sin que se opongan en lo absoluto; y claro, su amor es incondicional y así se les trate a las patadas mueven la cola en señal de afecto. Por otro lado si no se adopta el perro, este no crecerá y se convertirá en un pandillero, prostituta, vendedor de drogas o un simple atracador; tan solo será otro perro más en la calle y muchos dirán que esto es a causa de los miserables humanos, además le entregaran las llaves de la ciudad a una estrella de televisión que se preocupa por los caninos pero que a la vez tiene a tres humanos que prueban sus alimentos antes de que entren en contacto con su propia boca (enano al fin y megalómano como la mayoría de enanos famosos), se amarrarán a un árbol empelotos en señal de protesta, y seguirán predicando la palabra del cielo animalista y repartiendo memes y publicaciones en facebook.
Claro, pueden decir: si hay tanto chino regado en el mundo es culpa de los mismos humanos, es culpa de esas viejas pendejas que se dejan llenar la barriga de huesos, es culpa de esas perras de dos patas que por amarrar a cualquiera abren las piernas sin pensar, es culpa de la religión, del papa, del sistema y blah, blah, blah... todo eso que dicen los santos animalistas... Bueno, si lo piensan con más calma, podrían notar que muchas veces esas mujeres quedan embarazadas sin su consentimiento, a esos chinos regados les mataron a la familia, a esos chinos los obligaron a salir de su tierrita, a esos chinos... incluso puede haber algún chino de la propia familia al que una ayuda le vendría de maravilla.
Tan solo quería decir que antes de pensar en ayudar a otra especie, deberíamos pensar en solucionar los problemas de la nuestra, de seguro esto tendría un eco tal que afectaría de manera positiva no solo a los perros sino a toda la naturaleza, a toda la vida.”
La respuesta que ella me dio es de lo más caballerosa o
damosa, como sea que se le llame a la cortesía y buenos modos femeninos que
suelen ser mayores que los masculinos, pero no quiero reproducirla.
Por supuesto no se puede comparar la situación de un perro o
perra (hay que ser incluyentes, ¿verdad?) con la de un niño o niña, esto no
quiere decir que los humanos no seamos semejantes a nuestros hermanos de otras
especies. La diferencia radica en que nosotros poseemos la opción de ir más
allá de lo que implica el instinto de supervivencia, por más que muchos vivan
en función de este, lo cual nos da una enorme responsabilidad que para ser ejercida
no requiere de un nombramiento público.
Simplemente me parece que hay problemas más profundos que
solucionar en primera medida, tormentas dentro de cada uno de nosotros que
deben ser tenidas en cuenta antes de intentar ser héroes. Puede que esos líos
nunca lleguen a un buen término, pero el solo hecho de reconocerlos y querer
combatirlos nos hará más grandes y no permitirá obrar de mejor manera en lo que
respecta a toda esta gran masa viviente llamada Tierra, es decir nos hará héroes
de verdad.
Carl Sagan decía algo como: Nuestra lealtad es para todas
las especies y el planeta en sí. Nuestra obligación de sobrevivir no es solo
para nosotros mismos, también lo es para este cosmos, antiguo y vasto del cual
derivamos.