El final, parece que se acerca, muchos lo vaticinan, muchos lo esperan, muchos ya se están aprovechando. Qué mejor cosa le podría ocurrir a esta humanidad para la que el estado de perfección se mide según la envidia que se despierte en el prójimo.
Algunos dicen ser mejores personas porque lloran cuando en la China se comen a un perro, mientras lloran comparten techo con alguien a quien nunca han dado gracias.
Otros dicen que el fin los tomará como benditos por su cruzada sagrada pervirtiendo y escupiendo cada átomo que no es compatible con sus creencias.
Otros sonríen para la cámara, han comprado un celular inteligente que los llevará a un paraíso perenne.
Otros esperamos ver cómo actúan todos ellos cuando la justicia de la naturaleza nos atropelle a todos.