domingo, 12 de marzo de 2017

Un minuto nada más

Un estudiante, de manera "muy cordial" me hace notar la injusticia que existe al evaluar su trabajo sobre una nota menor a la máxima posible, dado que entregó un minuto por fuera del plazo, pues para él un minuto no es nada...
Le respondo:

Hace un tiempo, estando en otro país, donde la puntualidad es algo normal (muy diferente a esta latitud donde casi que es normal pedir extra-tiempos y donde, a pesar de existir una programación o normatividad, según sea el caso, se culpa a la parte que no modifica la norma en beneficio de una sola persona, es decir del "afectado" por la inclemencia del paso del tiempo) llegué dos minutos tarde a una terminal de buses. Con el tiquete en mano simplemente me resigné a escuchar: ¿A qué hora estaba programada su ruta, señor?

- 7: 40 a.m.– respondí.

- ¿Y qué hora es señor?

-7:42 a.m.

-¿Entonces?

...

Pregunté a qué hora partía la siguiente ruta, compré un nuevo tiquete y me aseguré de llegar con la prudente anticipación a la línea de abordaje.

...

Yo creo que un minuto si hace la diferencia... aunque aquí fueron dos no creo que si hubiera llegado un minuto después de la hora de partida hubieran hecho devolver el bus para recogerme.

Saludos.